"La educación científica de los jóvenes es al menos tan importante, quiza incluso más, que la propia investigación". (Glenn Theodore Seaborg (1912-1999) Físico estadounidense)

lunes, 25 de junio de 2012

Adios a "Solitario George"

Murió el último ejemplar de la especie de tortugas gigantes "Geochelone nigra abingdoni", de las Islas Galápagos, y lo peor de todo es que murió sin dejar descendencia. No hemos hecho las cosas bien, se nos va otra especie y se nos fue para siempre. ¿Será el oso polar el próximo?, ¿El Panda? ¿El Koala?...¿Dejaremos que desaparescan así como así otras especies?. 
Su desaparición nos empobrece y nos hace vulnerables, nuestro ambiente de destroza a ritmo vertiginoso. Es sabido que nuestro ADN humano se va también alterando por incorporación acumulativa de genes dañinos, mal adaptados. Es que si no hacemos algo en forma personal, respetando la vida, nuestra propia vida y la del entorno, la poca vida que conocemos en el vasto universo, la terminaremos por hacer perecer y no dejaremos descendencia, al igual que George.  Es lo bello, es lo grandioso, es lo extraordinario, es el amor, el pensamiento, la poesía, el arte y la ciencia quienes mueren. Es la burbuja de vida de 3.500 millones de años que colapsa en pocas decadas, pero a pesar de todo creo que tendremos otra posibilidad, y lo creo porque conozco a gente buena, sacrificada, que ama a sus seres queridos, que respeta su ambiente, que anhela tener vida para siempre, que tiene esperanza. Su cuerpo hoy reposa, nuestro desafío no.